162 KILÓMETROS

Señora gerente, señor Vergeles, nosotros, a diferencia de ustedes, sí cumplimos con nuestra palabra, aquí nos tiene este martes.

En primer lugar, señor Vergeles, decirle y rogarle que antes de hacer cualquier declaración tenga la delicadeza primero de escucharnos, porque luego los medios van diciendo lo que nosotros nunca dijimos. Esto no va de “competiciones” ni de contiendas, señor Vergeles; ni es nuestra intención que se desmantele un hospital a favor de otro, ni, claro está, el nuestro en beneficio de cualquier otro. No haga de sus mentiras nuestras palabras. No pretendemos competir con nada ni con nadie.

Nuestras reivindicaciones son bien sencillas y mil veces repetidas:

reivindicamos que los servicios en sanidad que prestaban nuestro hospital vuelvan a prestarse;

reivindicamos que se cumpla con la palabra dada en la Asamblea de Extremadura para la Unidad de Cuidados Críticos;

reivindicamos una gestión que se caracterice en pro de la ciudadanía y no se anteponga a los intereses particulares, (si esta es un área “completa” recuérdeselo a la señora gerente);

reivindicamos que la “sinergia” de la que usted habla no sea a costa de reducir los servicios sanitarios del hospital de Llerena, que la “sinergia” se produzca sumando y nunca dividiendo, como viene siendo la tónica habitual por los gestores de esta área y para este hospital en particular.

Nos dice, señor Vergeles, que usted habla desde el “convencimiento”. Pero eche mano a la calculadora, señor Vergeles, y entonces sí podrá hablar desde el verdadero “convencimiento” y conocimiento de las carencias de esta área. ¿Sabe usted, acaso, lo que tiene que recorrer un ciudadano de Granja de Torrehermosa para ser atendido en su hospital de referencia? Pues si no lo sabe se lo decimos nosotros:

Son 42 Kilómetros por una carretera convencional, nada de autovías; pero como resulta que su hospital de referencia carece de traumatólogo tiene que afrontar lo que ustedes, con el mayor descaro y burla del mundo, vienen a denominar un pasillo de 43 kilómetros para acceder al otro hospital del área; en total más de 80 kilómetros. Pero es que, además, señor Vergeles, tenga en cuenta que si este ciudadano tuviera que precisar de los cuidados de una UCI, ese infame pasillo se alargaría hasta los 162 kilómetros, y más de dos horas de angustioso trayecto. Ese es el verdadero “convencimiento” desde el que usted debería hablar, señor Vergeles: ¡162 kilómetros!

No, señor Vergeles, como dice una compañera nuestra, usted nació en esta área, pero usted no vive en esta área. Usted y su familia cuentan al lado de casa con un traumatólogo y con una UCI y no le faltará ningún servicio asistencial de un verdadero hospital. Otros, en cambio, tendrán que recorrer 162 kilómetros.

Para conocer realmente las carencias de esta zona, primero hay que escucharnos, y luego patearla de arriba abajo; pero ya sabemos, señor Vergeles, que usted de patear esta zona, nada de nada. ¿Y sabe por qué? Pues porque corre el peligro de que al bajarse del coche oficial se le quiebre una pierna y no haya traumatólogo que le atienda, o que tenga que recorrer esos infames 43 kilómetros de pasillo.

Usted continúe, señor Vergeles, mintiendo en sus ruedas de prensa; pero le rogamos, para la próxima, que con sus mentiras no nos ofenda, porque los habitantes de esta parte de la “Extremadura vaciada”, que ustedes están contribuyendo a vaciarla aún más, tenemos nuestra dignidad y por lo mismo queremos que nos respete, señor Consejero de Sanidad y de los Oídos Sordos.

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